Mientras el mundo entero entra en su tercer año de pandemia COVID -19 seguimos luchando con sus derivadas secuelas , a pesar de que la vacunación sigue evolucionando en muchos países.La atención prositaria que se le ha dado al COVID-19 ha demeritado la prioridad a otras enfermedades bastantes delicadas, cabe destacar que la pandemia ha provocado 53 millones de casos de depresión en todo el mundo. El deterioro de la salud mental fue considerado como otro de los principales riesgos a largo plazo que se pueden presentar en la vida.   

 

La pandemia y sus impactos colaterales en la salud continuarán ejerciendo presión en todos los sistemas de salud en el mundo, así mismo generando desigualdades entre los países y así mismo creando fricciones sociales y ocasionando así un freno en las economías mundiales a largo plazo. 

 

 

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La incidencia de enfermedades no transmisibles las cuales causan más de 41 millones de muertes al año, también empeoró a nivel mundial como consecuencia en miles de retrasos en los tratamientos , debido a la priorizaciones en miles de unidades a pacientes con COVID-19. Podríamos decir que muchas personas han muerto por dar tu vida a otras. 

 

Conclusión : 

 

El COVID-19 seguirá siendo el protagonista por muchos años más , siendo este como los 2 años en los que el mundo se paralizó en total sentido. Pero en uno más importante y delicado como la salud, priorizando así mismo a los contagiados por dicha enfermedad y dejando en segundo plano a las demás enfermedades, generando así más muertes y nuevos diagnósticos.